EL MONUMENTO

Capilla de la Virgen de las Angustias

OBRAS DESTACADAS

Virgen de las Angustias
José y Diego de Mora.


Ángeles plañideros
Raimundo Amadeu, 1745 – 1821.

El obispo Fray Jerónimo Rodríguez de Valderas dedicó esta capilla en 1670 a San Pedro Pascual, obispo de Jaén y fraile de la Orden de la Merced, martirizado en Granada en 1300. Aunque proyectó un magnífico retablo para ella, finalmente la obra no se realizó y se colocó un lienzo del santo con un pequeño retablo y dosel.

En 1758, en plena efervescencia decorativa, el racionero don Fernando del Río ordenó construir un retablo barroco que acogiera al lienzo de San Fernando de Valdés Leal, que sería trasladado a esta capilla desde la suya primitiva, que pasaba a dedicarse a San Benito. Finalmente se mantuvo la devoción a San Pedro Pascual en este lugar, llevando a San Fernando a otra capilla y encargando un lienzo del obispo mártir para esta.

Con el triunfo del Neoclasicismo y por iniciativa del chantre Luis Javier de Garma, el retablo barroco se sustituyó por la obra que vemos en la actualidad y el lienzo de San Pedro Pascual pasó a una capilla de la nave del evangelio (1827). En esta se colocó a la Virgen del Mayor Dolor o de la Correa y sus dos ángeles plañideros. En 1845, con los procesos desamortizadores, llegó a la catedral la Virgen de las Angustias, obra de los granadinos José y Diego de Mora, procedente del antiguo convento de San José de carmelitas descalzos. Esta talla sustituyó a la donada por el chantre Garma, que pasaría a otra capilla. Cada Miércoles Santo procesiona con la Hermandad de la Buena Muerte. Esta institución sufragó la restauración del conjunto de tallas entre 2015 y 2016, siendo realizada por Néstor Prieto.

En el ático del retablo todavía se conserva un lienzo que representa a San Pedro Pascual, el primitivo titular.