EL MONUMENTO

Capilla Mayor o del Santo Rostro

OBRAS DESTACADAS

Virgen de la Antigua
Finales siglo XIV.


Santo Rostro
Urna inferior del retablo mayor.


San Bernardo, San Pedro, San Pablo, San Antonio Abad
Sebastián de Solís, 1602 – 1605.


Anunciación, Visitación, Santo Rostro sostenido por ángeles, Flagelación y Descendimiento de la Cruz
Sebastián Martínez, 1661 – 1662.

Es la capilla de mayor amplitud y valor simbólico de la Catedral, pues en ella se custodian el Santo Rostro y la Virgen de la Antigua.

El Santo Rostro es una de las principales reliquias de la cristiandad y razón de ser de esta Catedral; llegó a Jaén en la segunda mitad del siglo XIV, durante el gobierno del obispo don Nicolás de Biedma. Cada viernes se expone en El Sagrario de la Catedral para ser venerado por los fieles. El día de la Asunción de la Virgen y el Viernes Santo se bendice con él a la ciudad y a sus campos desde los balcones del templo, siguiendo una tradición secular. La Virgen de la Antigua está datada a finales del siglo XIV, rememora a la entregada por Fernando III al reconquistar la ciudad en 1246 y que fue destruida en una de las razias musulmanas, concretamente en la de 1367. Es la patrona del cabildo catedralicio y se procesiona cada 15 de agosto por las naves del templo.

Sobre el sagrario que contiene al Santo Rostro se halla el Crucificado de bronce que Francisco Pecul realizó para el altar mayor en 1794.

Tanto el Santo Rostro como la Virgen de la Antigua se ubican en la calle central del retablo realizado por Sebastián de Solís a principios del siglo XVII para la capilla mayor de la catedral vieja. Con el derribo de esta en 1635, la obra sería desmontada y reubicada en la nueva capilla mayor. En 1821 sufrió una profunda intervención que la dotó del aspecto neoclásico que vemos en la actualidad.

Los lienzos laterales de la capilla, enclavados primitivamente en el retablo, fueron realizados por Sebastián Martínez. La Anunciación reproduce la copia de la Annunziata de Florencia ejecutada por A. Allori y enviada por el duque de Toscana a Felipe II. La Visitación parece también copiar un original desaparecido, pues existen varios lienzos de similares características. También son obras copiadas por Sebastián Martínez las pinturas del segundo cuerpo del retablo. El Descendimiento sobre un original de Volterra y la Flagelación sobre otro de Navarrete el Mudo. La labor de Martínez en este conjunto se completaría con la pintura de la tapa de la urna que custodia al Santo Rostro y que representa al venerado lienzo sostenido por dos ángeles.

Las pinturas del primer cuerpo, Cristo camino del Calvario y Cristo despojado de sus vestiduras, se incorporaron en la reforma decimonónica. Las labores de talla pertenecen a Sebastián de Solís. En el primer cuerpo encontramos las esculturas de San Bernardo, San Pedro, San Pablo y San Antón (de izquierda a derecha); en el segundo cuerpo, el relieve de la Asunción de la Virgen; mientras que en el ático aparecen el Calvario, Dios Padre y las Alegorías de la Fe, Esperanza, Caridad y la Religión –primitivamente la Justicia–.