San Fernando
Valdés Leal, 1673 – 1674.
Cristo Crucificado
Copia de la obra de Guido Reni, siglo XVII.
Tras situarse en varias capillas, finalmente la devoción a San Fernando quedaría fijada en esta de la cabecera, anteriormente dedicada al Niño Jesús. Don José Martínez de Mazas tomó la decisión en 1790. Su objetivo era ennoblecer este espacio y conceder al Rey Santo un lugar privilegiado en el templo. Para ello encargó un retablo neoclásico al arquitecto y tallista Manuel López.
En este retablo se colocó el lienzo del titular, realizado por Valdés Leal entre 1673 y 1674, siguiendo la iconografía tradicional con la ciudad de Jaén al fondo. La obra había sido encargada por el cabildo con motivo de la canonización del monarca y a instancias de la Corona. Los capitulares pidieron al entonces maestro mayor, Eufrasio López de Rojas, que dibujara una vista de Jaén para que el pintor sevillano la representara en el lienzo.
Entre las columnas del retablo aparecen dos tondos con lienzos de los santos Pedro y Pablo. Coronando el conjunto se sitúa una pintura de historia que representa la Consagración de la Mezquita Mayor de Jaén convertida en iglesia dedicada a la Asunción de la Virgen, ante San Fernando y Don Gutierre, obispo de Córdoba, obra de Francisco Agustín, ejecutada en los años noventa del siglo XVIII.
En el lado derecho se puede ver un lienzo de Cristo Crucificado, copia de gran calidad del original de Guido Reni conservado en la iglesia de San Lorenzo in Lucina de Roma y restaurado en 2012 por Néstor Prieto con el patrocinio de la Fundación Caja Rural. En el muro izquierdo encontramos una puerta que da acceso a una pequeña sacristía que acoge a la escalera de caracol, uno de los pocos vestigios que aún se conservan de la catedral gótica.