EL MONUMENTO

El Sagrario

El terremoto de Lisboa, en 1755, evidenció que se hacía necesario construir el ángulo noreste de la catedral, aún sin levantar, para dar consistencia al edificio. Se decidió así construir el Sagrario, cuyas obras, según proyecto de Ventura Rodríguez, se iniciaron en 1764 y fueron finalizadas en 1801. La cornisa exterior está decorada con estatuas realizadas por el escultor francés Miguel Verdiguier.

El interior es una capilla oval inscrita en un rectángulo, enmarcado con dos tramos transversales, que son la sacristía y el vestíbulo. Preside el altar mayor un cuadro de Mariano Salvador Maella, representando la Asunción de la Virgen, y fechado en 1795. Las columnas pareadas corintias dejan espacio para dos altares laterales, donde se ubican dos cuadros de Zacarías González Velázquez: el martirio de San Pedro Pascual y la Crucifixión. La bóveda que cubre el interior es elíptica con una red de 288 casetones hexagonales.