El Sr. Obispo de Jaén ha presidido en el templo del Sagrario de la Santa Iglesia Catedral de Jaén una Eucaristía por la paz en el mundo y por el eterno descanso de las víctimas de los bárbaros atentados del terrorismo islamista. En esta Eucaristía también se pidió por los frutos espirituales del viaje del Santo Padre, el Papa Francisco, a Kenia, Uganda y la República Centroafricana.
En esta Eucaristía, concelebrada por el vicario general, D. Francisco Juan Martínez Rojas, por el vicario episcopal de comunicación, D. Antonio Garrido de la Torre, y por un grupo de sacerdotes de la ciudad de Jaén, D. Ramón criticó duramente el terrorismo «que cultiva sentimientos de desprecio hacia la humanidad, llegando a odiar y destruir sin importarle las vidas humanas». Esta Misa se aplicó por el eterno descanso de las víctimas de los atentados yihadistas de París, de Mali y de otros países.
En su homilía, el Obispo de Jaén condenó «esta forma blasfema de terror» y afirmó que «nunca la religión puede legitimar la violencia». D. Ramón acabó sus palabras pidiendo a los fieles: «no permitamos ante tanta barbarie terrorista, con pérdida de vidas humanas y destrucción, que se despierte en nuestro interior el resentimiento y el odio a nadie. Seamos por el contrario, constructores de paz, con sentimientos de compasión y apoyo a quienes sufren por estos atentados, al tiempo que pedimos por el eterno descanso de sus almas».
El Sr. Obispo de Jaén ha presidido en el templo del Sagrario de la Santa Iglesia Catedral de Jaén una Eucaristía por la paz en el mundo y por el eterno descanso de las víctimas de los bárbaros atentados del terrorismo islamista. En esta Eucaristía también se pidió por los frutos espirituales del viaje del Santo Padre, el Papa Francisco, a Kenia, Uganda y la República Centroafricana.
En esta Eucaristía, concelebrada por el vicario general, D. Francisco Juan Martínez Rojas, por el vicario episcopal de comunicación, D. Antonio Garrido de la Torre, y por un grupo de sacerdotes de la ciudad de Jaén, D. Ramón criticó duramente el terrorismo «que cultiva sentimientos de desprecio hacia la humanidad, llegando a odiar y destruir sin importarle las vidas humanas». Esta Misa se aplicó por el eterno descanso de las víctimas de los atentados yihadistas de París, de Mali y de otros países.
En su homilía, el Obispo de Jaén condenó «esta forma blasfema de terror» y afirmó que «nunca la religión puede legitimar la violencia». D. Ramón acabó sus palabras pidiendo a los fieles: «no permitamos ante tanta barbarie terrorista, con pérdida de vidas humanas y destrucción, que se despierte en nuestro interior el resentimiento y el odio a nadie. Seamos por el contrario, constructores de paz, con sentimientos de compasión y apoyo a quienes sufren por estos atentados, al tiempo que pedimos por el eterno descanso de sus almas».