Monseñor Don Ramón del Hoyo ha presidido la celebración de la Misa Crismal, en la Catedral de Jaén, en la que el prebisterio diocesano renueva sus promesas sacerdotales y son consagrados los santos óleos utilizados en las celebraciones litúrgicas del resto del año.
En palabras del Papa Benedicto XVI: «Cada año la misa Crismal nos exhorta a volver a dar un «sí» a la llamada de Dios que pronunciamos el día de nuestra ordenación sacerdotal. «Adsum», «Heme aquí», dijimos… ¿Podemos afírmar siempre lo que escribió san Pablo a los Corintios después de años de arduo servicio al Evangelio marcado por sufrimientos de todo tipo: «No disminuye nuestro celo en el ministerio que, por misericordia de Dios, nos ha sido encomendado»? (cf. 2 Co 4, 1)».
Monseñor Don Ramón del Hoyo ha presidido la celebración de la Misa Crismal, en la Catedral de Jaén, en la que el prebisterio diocesano renueva sus promesas sacerdotales y son consagrados los santos óleos utilizados en las celebraciones litúrgicas del resto del año.
En palabras del Papa Benedicto XVI: «Cada año la misa Crismal nos exhorta a volver a dar un «sí» a la llamada de Dios que pronunciamos el día de nuestra ordenación sacerdotal. «Adsum», «Heme aquí», dijimos… ¿Podemos afírmar siempre lo que escribió san Pablo a los Corintios después de años de arduo servicio al Evangelio marcado por sufrimientos de todo tipo: «No disminuye nuestro celo en el ministerio que, por misericordia de Dios, nos ha sido encomendado»? (cf. 2 Co 4, 1)».