El pasado sábado, día 25 de octubre de 2014 tenía lugar la clausura del centenario de la presencia de la Institución Teresiana en Jaén con una Eucaristía celebrada en la catedral.
Dicha eucaristía, que comenzaba a las 19 horas, estuvo presidida por el Sr. Obispo, D. Ramón del Hoyo López y concelebrada por el Sr. Obispo emérito de Ceuta y Cádiz, D. Antonio Ceballos; el Vicario General, D. Francisco Juan Martínez; así como por una decena de sacerdotes.
«En esta Eucaristía la Institución Teresiana quiere hacer memoria y agradecer la vida y la Obra de San Pedro Poveda y la generosidad de todas las personas que, a lo largo de este siglo, se han identificado con el carisma de la Institución Teresiana y han llevado a cabo su misión», aseguran las teresianas.
Estuvieron presentes, además, familiares de Pedro Poveda y de Josefa Segovia, miembros de la Institución Teresiana, antiguos alumnos y alumnas, padres de alumnos, representantes del mundo de la educación y la cultura, los miembros de la Delegación Episcopal de Apostolado Seglar y multitud de fieles diocesanos.
Los cantos corrieron a cargo de la Escolanía de la S. I. Catedral de Jaén que dirige Cristina García de la Torre.
«Clausuramos con esta celebración, en el primer Templo de la Diócesis, el Centenario de la Presencia de la Institución Teresiana en Jaén. Es la obra, el legado a la Iglesia, de dos cristianos ejemplares de estas tierras de Santo Reino: San Pedro Poveda, de Linares, y la Sierva de Dios María Josefa Segovia, de Jaén, que tanto apoyó los primeros pasos, nada fáciles de la Institución», afirmaba el Sr. Obispo durante su homilía.
«Hace ahora cien años que se dieron los primeros pasos de la Academia de Jaén. Sólo Dios conoce los abundantes frutos a favor de la formación integral, cristiana y humana, de incontables personas dedicadas sobre todo a la enseñanza, pero también a favor de la evangelización en el campo cultural en toda la Diócesis. Por todo ello, bien merece nuestro agradecimiento y acción de gracias a Dios esta tarde y siempre».
Asimismo, D. Ramón quiso hacer hincapié en el Año Jubilar Teresiano. «Acabamos de inaugurar el pasado día 15, el Año Jubilar Teresiano, en el Monasterio de Beas de Segura, décima Fundación de la Santa. Era tal la admiración y conocimiento de sus escritos por parte de san Pedro Poveda que coinciden plenamente en sus lecciones y experiencias de este precepto básico del cristianismo sobre el amor a Dios y al prójimo, aunque fueran épocas distantes y distintas».
«Un día reflejaría san Pedro Poveda, en unas certeras palabras cómo pensaba y cómo obraba: «Señor, escribe, que yo piense lo que Tú quieres que piense: que yo quiera lo que tú quieres que quiera; que yo hable como Tú quieres que hable; que yo obre como Tú quieres que obre. Esta es mi única aspiración». Hermanos: Nos lo ha dicho el Señor con su Palabra, nos lo recuerdan estos dos santos: no es posible que sin obras de caridad y entrega a nuestros h
ermanos pueda permanecer en nosotros por largo tiempo el verdadero amor de Dios, ni mucho menos crecer en Él. El amor a Dios, si es auténtico, enciende en nosotros el entusiasmos por el amor al prójimo y, a su vez, la acción provocada por el amor al hermano hace más profundo e intenso el sentimiento del amor a Dios», continuaba.
La celebración culminaba con el himno del Centenario interpretado por los alumnos del Colegio Pedro Poveda.
El pasado sábado, día 25 de octubre de 2014 tenía lugar la clausura del centenario de la presencia de la Institución Teresiana en Jaén con una Eucaristía celebrada en la catedral.
Dicha eucaristía, que comenzaba a las 19 horas, estuvo presidida por el Sr. Obispo, D. Ramón del Hoyo López y concelebrada por el Sr. Obispo emérito de Ceuta y Cádiz, D. Antonio Ceballos; el Vicario General, D. Francisco Juan Martínez; así como por una decena de sacerdotes.
«En esta Eucaristía la Institución Teresiana quiere hacer memoria y agradecer la vida y la Obra de San Pedro Poveda y la generosidad de todas las personas que, a lo largo de este siglo, se han identificado con el carisma de la Institución Teresiana y han llevado a cabo su misión», aseguran las teresianas.
Estuvieron presentes, además, familiares de Pedro Poveda y de Josefa Segovia, miembros de la Institución Teresiana, antiguos alumnos y alumnas, padres de alumnos, representantes del mundo de la educación y la cultura, los miembros de la Delegación Episcopal de Apostolado Seglar y multitud de fieles diocesanos.
Los cantos corrieron a cargo de la Escolanía de la S. I. Catedral de Jaén que dirige Cristina García de la Torre.
«Clausuramos con esta celebración, en el primer Templo de la Diócesis, el Centenario de la Presencia de la Institución Teresiana en Jaén. Es la obra, el legado a la Iglesia, de dos cristianos ejemplares de estas tierras de Santo Reino: San Pedro Poveda, de Linares, y la Sierva de Dios María Josefa Segovia, de Jaén, que tanto apoyó los primeros pasos, nada fáciles de la Institución», afirmaba el Sr. Obispo durante su homilía.
«Hace ahora cien años que se dieron los primeros pasos de la Academia de Jaén. Sólo Dios conoce los abundantes frutos a favor de la formación integral, cristiana y humana, de incontables personas dedicadas sobre todo a la enseñanza, pero también a favor de la evangelización en el campo cultural en toda la Diócesis. Por todo ello, bien merece nuestro agradecimiento y acción de gracias a Dios esta tarde y siempre».
Asimismo, D. Ramón quiso hacer hincapié en el Año Jubilar Teresiano. «Acabamos de inaugurar el pasado día 15, el Año Jubilar Teresiano, en el Monasterio de Beas de Segura, décima Fundación de la Santa. Era tal la admiración y conocimiento de sus escritos por parte de san Pedro Poveda que coinciden plenamente en sus lecciones y experiencias de este precepto básico del cristianismo sobre el amor a Dios y al prójimo, aunque fueran épocas distantes y distintas».
«Un día reflejaría san Pedro Poveda, en unas certeras palabras cómo pensaba y cómo obraba: «Señor, escribe, que yo piense lo que Tú quieres que piense: que yo quiera lo que tú quieres que quiera; que yo hable como Tú quieres que hable; que yo obre como Tú quieres que obre. Esta es mi única aspiración». Hermanos: Nos lo ha dicho el Señor con su Palabra, nos lo recuerdan estos dos santos: no es posible que sin obras de caridad y entrega a nuestros h
ermanos pueda permanecer en nosotros por largo tiempo el verdadero amor de Dios, ni mucho menos crecer en Él. El amor a Dios, si es auténtico, enciende en nosotros el entusiasmos por el amor al prójimo y, a su vez, la acción provocada por el amor al hermano hace más profundo e intenso el sentimiento del amor a Dios», continuaba.
La celebración culminaba con el himno del Centenario interpretado por los alumnos del Colegio Pedro Poveda.