El Obispo preside la Misa de Cabildos y la procesión de la Virgen de la Capilla
El pasado día, 11 de junio, Don Amadeo Rodríguez Magro presidió en la Basílica de San Ildefonso, la Misa Votiva de Cabildos, el catedral y el municipal, en el día de la patrona de Jaén, la Virgen de la Capilla.
A las 10.30 de la mañana llegaban los miembros del Cabildo Catedral hasta la Casa Museo de la Virgen de la Capilla, donde arroparon al Obispo diocesano a su llegada, de ahí, se trasladaron hasta la Basílica donde los esperaban el Cabildo Municipal y los miembros de la Junta de Gobierno de la Ilustre, Pontificia y Real Cofradía de Nuestra Señora de la Capilla, tras los saludos, pasaron juntos al templo.
En la Eucaristía, que contó, además de con los miembros del cabildo catedralicio, con numerosos sacerdotes de la Diócesis, y con el Obispo emérito de Cádiz y Ceuta, Don Antonio Ceballos, estuvo amenizada musicalmente por el Orfeón Santo Reino.
Tras la proclamación del Evangelio de San Lucas, en el pasaje de la “Visitación de María a su prima Isabel”, Monseñor Rodríguez Magro, quiso evocar en su homilía el “Descenso” de la Virgen a la ciudad de Jaén, la noche del 10 al 11 de junio de 1430. En este sentido afirmó, “Cuando contemplamos a María, siempre la vemos en su “Ascenso”, siempre llevada por su querido Hijo, y siempre llevada por el Padre y siempre acompañada por la Gloria del cielo(…) pero estamos celebrando el Descenso de la Santísima Virgen a Jaén, que es, como otras apariciones Marianas, una manifestación del Misterio de la Encarnación. Esa Encarnación que es la presencia permanente de Jesucristo, del amor de Dios, en medio de nosotros”.
“María es siempre mediadora, y su Hijo Jesucristo la hizo Madre también de la Iglesia. En este año de la Misericordia, necesitamos esos ojos misericordiosos de María, necesitamos esa maternidad, la feminidad de María, para sentir también esa maravillosa presencia del amor de Dios, que tiene esa expresión de padre y madre”.
La Santa Misa concluyó entonando el himno de la Patrona principal de la ciudad.
Ya por la tarde, el Pastor diocesano, quiso también acompañar a la Virgen de la Capilla en su procesión por las calles de Jaén. Don Amadeo sintió el cariño de la gente, no sólo a la “Alcaldesa Mayor” de la ciudad, sino también a su persona, ya que durante todo el recorrido recibió el cariño y el calor de las gentes de Jaén.
(Fuente: www.diocesisdejaen.es)
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El Obispo preside la Misa de Cabildos y la procesión de la Virgen de la Capilla
El pasado día, 11 de junio, Don Amadeo Rodríguez Magro presidió en la Basílica de San Ildefonso, la Misa Votiva de Cabildos, el catedral y el municipal, en el día de la patrona de Jaén, la Virgen de la Capilla.
A las 10.30 de la mañana llegaban los miembros del Cabildo Catedral hasta la Casa Museo de la Virgen de la Capilla, donde arroparon al Obispo diocesano a su llegada, de ahí, se trasladaron hasta la Basílica donde los esperaban el Cabildo Municipal y los miembros de la Junta de Gobierno de la Ilustre, Pontificia y Real Cofradía de Nuestra Señora de la Capilla, tras los saludos, pasaron juntos al templo.
En la Eucaristía, que contó, además de con los miembros del cabildo catedralicio, con numerosos sacerdotes de la Diócesis, y con el Obispo emérito de Cádiz y Ceuta, Don Antonio Ceballos, estuvo amenizada musicalmente por el Orfeón Santo Reino.
Tras la proclamación del Evangelio de San Lucas, en el pasaje de la “Visitación de María a su prima Isabel”, Monseñor Rodríguez Magro, quiso evocar en su homilía el “Descenso” de la Virgen a la ciudad de Jaén, la noche del 10 al 11 de junio de 1430. En este sentido afirmó, “Cuando contemplamos a María, siempre la vemos en su “Ascenso”, siempre llevada por su querido Hijo, y siempre llevada por el Padre y siempre acompañada por la Gloria del cielo(…) pero estamos celebrando el Descenso de la Santísima Virgen a Jaén, que es, como otras apariciones Marianas, una manifestación del Misterio de la Encarnación. Esa Encarnación que es la presencia permanente de Jesucristo, del amor de Dios, en medio de nosotros”.
“María es siempre mediadora, y su Hijo Jesucristo la hizo Madre también de la Iglesia. En este año de la Misericordia, necesitamos esos ojos misericordiosos de María, necesitamos esa maternidad, la feminidad de María, para sentir también esa maravillosa presencia del amor de Dios, que tiene esa expresión de padre y madre”.
La Santa Misa concluyó entonando el himno de la Patrona principal de la ciudad.
Ya por la tarde, el Pastor diocesano, quiso también acompañar a la Virgen de la Capilla en su procesión por las calles de Jaén. Don Amadeo sintió el cariño de la gente, no sólo a la “Alcaldesa Mayor” de la ciudad, sino también a su persona, ya que durante todo el recorrido recibió el cariño y el calor de las gentes de Jaén.
(Fuente: www.diocesisdejaen.es)
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