En la jornada de ayer, martes 8 de octubre, las reliquias de Santa Bernadette Soubirous permanecieron expuestas en la Cripta de la Catedral, junto al Santísimo, desde las 9 de la mañana y hasta las 17.30 horas.
A continuación, en el Sagrario, la pastoral familiar rezó los misterios del Santo Rosario y después, los seminaristas celebraron la Oración Vocacional, ya en la Catedral.
Finalmente, a las 19:30 horas, se celebraba la Santa Misa presidida por el Obispo de Jaén, Don Amadeo Rodríguez Magro. Asimismo, concelebraron el Vicario General y Deán de la Catedral, D. Francisco Juan Martínez Rojas; otros miembros del Cabildo Catedral; el Director del Secretariado de Pastoral de la Salud, D. Joaquín Rafael Robles Medina; y diversos sacerdotes diocesanos.
También estuvieron presentes en la Eucaristía miembros de la Hospitalidad de Lourdes, algunas religiosas y multitud de fieles diocesanos. La capilla musical corrió a cargo del Coro parroquial de Canena.
Durante toda la celebración el relicario y la imagen peregrina de la Virgen de Lourdes permanecieron en el presbiterio, ensalzando la celebración.
Las lecturas fueron participadas por los Seminaristas y el Evangelio fue proclamado por Director del Secretariado de Pastoral de la Salud. Asimismo, la oración de los fieles corrió a cargo del grupo joven de la Hospitalidad de Lourdes.
Homilía
El Obispo quiso comenzar su homilía recordando que Jaén estaba viviendo “un acontecimiento profundamente religioso y de fe. Es un regalo del cielo, tener aquí las reliquias de una santa que vio a la Santísima Virgen. Estamos celebrando un sencillo homenaje de gratitud y acción de gracias”.
Asimismo, Don Amadeo explicó que “ayer celebrábamos la Misa de Santa dedicada a Bernardita y hoy estamos celebrando una Eucaristía en la que, de un modo especial, queremos poner de relieve a Santa María, la Virgen de Lourdes”.
Así, el Pastor diocesano comenzó a profundizar en la imagen que Santa Bernadita percibió de ese rostro amado y misericordioso de la Virgen. En primer lugar, subrayó que “Santa Bernardita descubrió, en la Santísima Virgen, el amor de Cristo”. Y continuó: “La santa, tras las apariciones, se dio cuenta, rápidamente, de la presencia de lo divino entre nosotros. La Santísima Virgen siempre es una enviada. Una enviada del amor de Dios y de su hijo Jesucristo. Y siempre viene a recordarnos que el amor de Dios se ha encarnado entre nosotros”.
El Obispo, también, quiso recalcar que Santa Bernardette describía a la Virgen de Lourdes “como una encarnación muy humana. Como alguien que es como nosotros, que actúa como nosotros y habla como nosotros. Lo que más destacó, en un principio, era, precisamente, esa capacidad que tenía de entenderla, porque le hablaba en su dialecto”.
Don Amadeo hizo hincapié, además, en la idea de que la Santísima Virgen es la que más nos aproxima al misterio de Dios y al misterio de Cristo. “Por eso nos entendemos tan bien con ella y ella con nosotros. Y por eso en el pueblo de Dios hay tanto amor a María Santísima”, afirmó.
Monseñor Rodríguez Magro recalcó, igualmente, que “la Virgen María que vio Bernardita es intercesora de los más pobres, de los más débiles, de los humildes. De esos que Bernardita encarnó en su vida. Porque nunca dejó de ser humilde y pobre”. “Además- continuó el Obispo- siempre vivió en su experiencia humana algo que es común de todos los que aman a la Virgen de Lourdes y acuden a su santuario en busca de algo, especialmente, los enfermos”. Y prosiguió: “La Virgen es intercesora de todos nosotros y en ese santo lugar se producen, de vez en cuando, porque es la voluntad del Señor, milagros físicos. Pero, lo que siempre se produce es el milagro moral de encontrar a Dios”.
Don Amadeo manifestó, además, que “la Santísima Virgen era para Santa Bernardita y tiene que ser siempre para nosotros Madre. Nunca dejemos de contemplar y reconocer a la Virgen como Madre e intercesora por nuestra salvación”. Y culminó: “Pidámosle a la Virgen que interceda, una vez más, por nosotros y nos conceda la alegría de la salvación. El gozo en esta vida y la salvación eterna. Que así sea”.
Procesión claustral
Al finalizar la celebración eucarística, las reliquias, junto a la imagen peregrina de la Virgen de Lourdes, procesionaron por las naves de la Catedral, iluminadas por cientos de velas. Tras la oración y los cantos, la procesión volvió al altar mayor, donde la vidente de Lourdes fue despedida con un emotivo aplauso.
Antes de la bendición final, Don Amadeo, muy contento, quiso dar gracias a Dios por esta importante visita a la Diócesis del Santo Reino y aprovechó la ocasión para alentar, a los allí presentes, a participar en la Feria de la Fe que tendrá lugar el 19 de octubre en el IFEJA.
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En la jornada de ayer, martes 8 de octubre, las reliquias de Santa Bernadette Soubirous permanecieron expuestas en la Cripta de la Catedral, junto al Santísimo, desde las 9 de la mañana y hasta las 17.30 horas.
A continuación, en el Sagrario, la pastoral familiar rezó los misterios del Santo Rosario y después, los seminaristas celebraron la Oración Vocacional, ya en la Catedral.
Finalmente, a las 19:30 horas, se celebraba la Santa Misa presidida por el Obispo de Jaén, Don Amadeo Rodríguez Magro. Asimismo, concelebraron el Vicario General y Deán de la Catedral, D. Francisco Juan Martínez Rojas; otros miembros del Cabildo Catedral; el Director del Secretariado de Pastoral de la Salud, D. Joaquín Rafael Robles Medina; y diversos sacerdotes diocesanos.
También estuvieron presentes en la Eucaristía miembros de la Hospitalidad de Lourdes, algunas religiosas y multitud de fieles diocesanos. La capilla musical corrió a cargo del Coro parroquial de Canena.
Durante toda la celebración el relicario y la imagen peregrina de la Virgen de Lourdes permanecieron en el presbiterio, ensalzando la celebración.
Las lecturas fueron participadas por los Seminaristas y el Evangelio fue proclamado por Director del Secretariado de Pastoral de la Salud. Asimismo, la oración de los fieles corrió a cargo del grupo joven de la Hospitalidad de Lourdes.
Homilía
El Obispo quiso comenzar su homilía recordando que Jaén estaba viviendo “un acontecimiento profundamente religioso y de fe. Es un regalo del cielo, tener aquí las reliquias de una santa que vio a la Santísima Virgen. Estamos celebrando un sencillo homenaje de gratitud y acción de gracias”.
Asimismo, Don Amadeo explicó que “ayer celebrábamos la Misa de Santa dedicada a Bernardita y hoy estamos celebrando una Eucaristía en la que, de un modo especial, queremos poner de relieve a Santa María, la Virgen de Lourdes”.
Así, el Pastor diocesano comenzó a profundizar en la imagen que Santa Bernadita percibió de ese rostro amado y misericordioso de la Virgen. En primer lugar, subrayó que “Santa Bernardita descubrió, en la Santísima Virgen, el amor de Cristo”. Y continuó: “La santa, tras las apariciones, se dio cuenta, rápidamente, de la presencia de lo divino entre nosotros. La Santísima Virgen siempre es una enviada. Una enviada del amor de Dios y de su hijo Jesucristo. Y siempre viene a recordarnos que el amor de Dios se ha encarnado entre nosotros”.
El Obispo, también, quiso recalcar que Santa Bernardette describía a la Virgen de Lourdes “como una encarnación muy humana. Como alguien que es como nosotros, que actúa como nosotros y habla como nosotros. Lo que más destacó, en un principio, era, precisamente, esa capacidad que tenía de entenderla, porque le hablaba en su dialecto”.
Don Amadeo hizo hincapié, además, en la idea de que la Santísima Virgen es la que más nos aproxima al misterio de Dios y al misterio de Cristo. “Por eso nos entendemos tan bien con ella y ella con nosotros. Y por eso en el pueblo de Dios hay tanto amor a María Santísima”, afirmó.
Monseñor Rodríguez Magro recalcó, igualmente, que “la Virgen María que vio Bernardita es intercesora de los más pobres, de los más débiles, de los humildes. De esos que Bernardita encarnó en su vida. Porque nunca dejó de ser humilde y pobre”. “Además- continuó el Obispo- siempre vivió en su experiencia humana algo que es común de todos los que aman a la Virgen de Lourdes y acuden a su santuario en busca de algo, especialmente, los enfermos”. Y prosiguió: “La Virgen es intercesora de todos nosotros y en ese santo lugar se producen, de vez en cuando, porque es la voluntad del Señor, milagros físicos. Pero, lo que siempre se produce es el milagro moral de encontrar a Dios”.
Don Amadeo manifestó, además, que “la Santísima Virgen era para Santa Bernardita y tiene que ser siempre para nosotros Madre. Nunca dejemos de contemplar y reconocer a la Virgen como Madre e intercesora por nuestra salvación”. Y culminó: “Pidámosle a la Virgen que interceda, una vez más, por nosotros y nos conceda la alegría de la salvación. El gozo en esta vida y la salvación eterna. Que así sea”.
Procesión claustral
Al finalizar la celebración eucarística, las reliquias, junto a la imagen peregrina de la Virgen de Lourdes, procesionaron por las naves de la Catedral, iluminadas por cientos de velas. Tras la oración y los cantos, la procesión volvió al altar mayor, donde la vidente de Lourdes fue despedida con un emotivo aplauso.
Antes de la bendición final, Don Amadeo, muy contento, quiso dar gracias a Dios por esta importante visita a la Diócesis del Santo Reino y aprovechó la ocasión para alentar, a los allí presentes, a participar en la Feria de la Fe que tendrá lugar el 19 de octubre en el IFEJA.
Galería fotográfica: “Eucaristía y procesión claustral con las reliquias de Santa Bernardita”
(Fuente: www.diocesisdejaen.es)