El 7 de octubre, las reliquias de Santa Bernardita visitaron la Diócesis de Jaén y allí estuvieron varios adolescentes de los grupos Kairós de La Merced, de San Juan y San Pedro, El Salvador, San Ildefonso y La Santa Cruz, acompañando a Bernardita durante la Eucaristía y durante un acto que fue preparado con una gran entrega y generosidad por parte de sus acompañantes Kairós, amparados por el Secretariado de Infancia y Adolescencia.
Esta santa es un modelo a seguir por todos nosotros, especialmente por nuestros adolescentes. La vida de esta santa adolescente no se distancia mucho de lo que vivimos en el día a día, en el instituto, en nuestra familia, con nuestros amigos… De la mano de Nuestra Madre, ella fue capaz de expresar su fe a los que le rodeaban. Sin importar qué es lo que pudiera suceder o lo que pudieran decir.
¿Cuántas veces nos cuesta mostrarnos tal y como somos?¿Cuántas veces nos cuesta mostrarnos tal y como nos ama Dios? En Santa Bernardita encontramos un ejemplo a seguir en el siglo XXI. Es una adolescente más como nosotros. En ella se cumplió aquello que dijo San Pablo: “Dios escoge a lo que no vale a los ojos del mundo, para confundir las vanidades del mundo”.
Nervios, inseguridades, timidez… Todo aquello se dejó a un lado para que nuestros adolescentes disfrutaran de una santa joven, con problemas similares a los que se encuentran en su día a día.
En la actividad realizada por los grupos Kairós, se quiso destacar cuatro pilares fundamentales de Bernardita para que, con su ejemplo y oración, seamos capaces de caminar junto a Nuestra Madre hacia su Hijo: la Verdad, su relación especial con María, su valentía frente a la adversidad y su compromiso.
La verdad
Bernardita jamás mintió. En algunas ocasiones, a Bernardita la tomaban por “tonta”, por creerse todo lo que le contaban. Ella, con sinceridad, respondía: “Es que, como yo jamás he dicho una mentira, me imaginé que los demás tampoco las decían nunca”.
Para destacar este aspecto, se leyó una leyenda sobre la verdad y la mentira, sobre cómo la mentira engaña a la Verdad y se viste con su propia ropa, dejando a una Verdad caminar desnuda, incapaz de ponerse la ropa de la mentira y ante la que todos se horrorizaban de verla.Así es cómo, desde entonces, la mayoría de personas prefieren ver la mentira disfrazada de verdad que la Verdad al desnudo.
Con esta reflexión, los grupos Kairós hicieron hincapié en el uso que le damos a la verdad y a la mentira, las llamadas “mentiras piadosas”, aquellas que maquillan la verdad; el valor de la prudencia y la dificultad de ser sincero en el día de hoy; terminando con la lectura del evangelio donde Jesús nos dice “Yo soy el camino, la verdad y la vida”.
Su relación especial con María
Cuando María se le aparece a Santa Bernardita, la primera vez lo hace como figura anónima, una hermosa mujer, no identificada aún como la Madre Inmaculada del Señor.
Bernardita, como un gesto instintivo dictado por el miedo, echa mano al Rosario que siempre lleva para rezarlo mientras cuida de las ovejas. La respuesta de María ante ese gesto, es de una sonrisa y ternura que ella nunca olvidaría.
¿Cómo son nuestros encuentros con María? En este punto se destacó la relación que Bernardita tenía con la Virgen y la importancia de tenerla siempre, siempre como compañera en nuestro caminar, de confiar en Ella. De no tener miedo a pensar cuál es nuestra misión en este mundo y ponernos manos a la obra; de ser verdaderos testigos del Amor de María con nosotros.
En esa tarde, día de Nuestra Madre, la Virgen del Rosario, los grupos Kairós quisieron imitar a Bernardita en el rezo del rosario, con un solo misterio: la coronación de María como Reina y Señora de todo lo creado. Pidiendo Fe y Esperanza, para que nos ayude, nos proteja, nos acompañe y guíe a ser verdaderos misioneros del Amor de Cristo con nuestros hermanos más desfavorecidos, con nuestros hermanos más pobres, con nuestros hermanos que sufren a causa de una enfermedad, con nuestros hermanos que están alejados de la Fe.
Su valentía frente a la adversidad
La vida de la joven Santa Bernardita, después de las apariciones estuvo llena de enfermedades, penalidades y humillaciones pero fue adquiriendo un grado de santidad tan grande que se ganó enorme premio para el Cielo. Durante 8 años tuvo que hacer frente a interrogatorios de las actividades civiles y religiosas. Pero ella siempre responde con tranquilidad, con gran calma, nunca se apabulla… Santa Bernardita no se achanta ante la dificultad: “Mi responsabilidad es contárselo, no hacerles creer”, decía.
A veces nosotros nos quedamos paralizados ante un problema, ante un inconveniente, pero ella nos empuja a que seamos capaces de estar en el mundo sin pertenecer al mundo. La sociedad necesita que seamos testigos del Amor de Dios, testigos de la Alegría, de su Misericordia. Sigamos el ejemplo de Santa Bernardita. Ella se dejó llevar y moldear por la Virgen, se convirtió en instrumento de su amor hacia nosotros. Dios nos necesita, más de lo que nosotros podemos pensar. Seamos capaces de responder, con la misma valentía que esta santa.
En esta reflexión, se repartió una oración entre todos los participantes y, tras su lectura conjunta, en comunión a las reliquias de Santa Bernardita, se hizo eco de aquello que nos había tocado el corazón.
Oración:
Solo Dios puede crear, pero nosotros podemos revalorizar lo creado…
Sólo Dios puede dar la vida, pero nosotros podemos transmitirla y defenderla…
Sólo Dios puede dar la fe, pero nosotros podemos dar testimonio de ella…
Sólo Dios puede infundirnos esperanza, pero nosotros podemos devolverle confianza…
Sólo Dios puede dar el amor, pero nosotros podemos demostrárselo a nuestros hermanos…
Sólo Dios es plenamente alegre, pero nosotros podemos sonreír…
Sólo Dios puede otorgarnos la paz, pero nosotros podemos vivir unidos…
Sólo Dios puede dar fortaleza, pero nosotros podemos ser el apoyo y consuelo de muchos…
Sólo Dios es el camino, pero nosotros podemos ser su lámpara…
Sólo Dios puede hacer milagros, pero nosotros podemos llevar los cinco panes y dos peces…
Sólo Dios puede hacer lo imposible, pero nosotros podemos hacer todo lo posible…
Sólo Dios puede bastarse a sí mismo, pero ha preferido necesitarnos a nosotros…
– Compromiso
La Virgen le dijo a Bernardita que no llamara la atención, que actuara desde una segunda fila, que llevara una vida oculta, por eso la última etapa de su vida la vivió Comunidad de Hermanas de la Caridad de Nevers. Retirada del mundo y con la promesa de vivir en la pobreza, castidad, obediencia y caridad… Abrió su corazón para comprometerse al amor de Dios y de la Virgen. La Virgen le propuso un camino y ella, sin dudarlo, lo tomó, completamente confiada.
Hoy, Dios nos pide comprometernos también. En nuestro día a día o en cosas más grandes que nos ofrece. Un compromiso que comienza desde que nos bautizamos, pero que reafirmamos en nuestra confirmación. Al confirmarnos, decimos que estamos dispuestos a vivir realmente lo que creemos. No es fácil. Hay veces que el camino se hace cuesta arriba y que nos perdemos. Que sentimos que estamos solos en esta lucha, pero no. Ella está ahí, dispuesta a que volvamos a coger el sendero y lleguemos a lo que Dios nos tiene preparado. A veces no es fácil ser coherente en nuestra realidad, pero nos espera algo grande. “No te voy a hacer feliz en esta vida, pero sí en la otra”, le dijo la Virgen a Santa Bernardita. A pesar de su vida, repleta de dificultades, siguió caminando de la mano de la Virgen…
¿Y nosotros? ¿Somos capaces de comprometernos? “Quien es fiel en lo poco, es fiel en lo mucho”. No hace falta comprometerse con actos inalcanzables, basta con actuar en lo pequeño, en lo que no se ve a los ojos de los hombres, pero sí a los ojos de Dios. Aquello en lo que seamos capaces de robarle una sonrisa a Dios. Que seamos capaces de seguir adelante, de llevar a Jesús en nuestro día a día, en los pequeños gestos… Que todo lo que hagamos esté lleno de Él.“A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara ESA gota” (Madre Teresa de Calcuta)
Por ello, para finalizar el acto, se colocaron una serie de velas en torno a las reliquias de Santa Bernardita como un gesto de compromiso para iluminar al mundo con nuestros actos. Fueron muchos los participantes que se colocaron su luz ante la Santa, concluyendo con la bendición final y la alegría de sentirse un paso más cerca de María.
Realmente fue algo fuera de la rutina. Entre instituto, universidad, academias, clases de coches, trabajo… nuestros adolescentes fueron capaces de modificar su horario para ofrecerles su tiempo a mejorar su relación con la Virgen. Fue un acto lleno de generosidad y de entrega por parte de los Grupos Kairós. ¡Ellos son la adrenalina de nuestra Diócesis!
María Alejo Armijo Secretariado de Infancia y Adolescencia
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El 7 de octubre, las reliquias de Santa Bernardita visitaron la Diócesis de Jaén y allí estuvieron varios adolescentes de los grupos Kairós de La Merced, de San Juan y San Pedro, El Salvador, San Ildefonso y La Santa Cruz, acompañando a Bernardita durante la Eucaristía y durante un acto que fue preparado con una gran entrega y generosidad por parte de sus acompañantes Kairós, amparados por el Secretariado de Infancia y Adolescencia.
Esta santa es un modelo a seguir por todos nosotros, especialmente por nuestros adolescentes. La vida de esta santa adolescente no se distancia mucho de lo que vivimos en el día a día, en el instituto, en nuestra familia, con nuestros amigos… De la mano de Nuestra Madre, ella fue capaz de expresar su fe a los que le rodeaban. Sin importar qué es lo que pudiera suceder o lo que pudieran decir.
¿Cuántas veces nos cuesta mostrarnos tal y como somos?¿Cuántas veces nos cuesta mostrarnos tal y como nos ama Dios? En Santa Bernardita encontramos un ejemplo a seguir en el siglo XXI. Es una adolescente más como nosotros. En ella se cumplió aquello que dijo San Pablo: “Dios escoge a lo que no vale a los ojos del mundo, para confundir las vanidades del mundo”.
Nervios, inseguridades, timidez… Todo aquello se dejó a un lado para que nuestros adolescentes disfrutaran de una santa joven, con problemas similares a los que se encuentran en su día a día.
En la actividad realizada por los grupos Kairós, se quiso destacar cuatro pilares fundamentales de Bernardita para que, con su ejemplo y oración, seamos capaces de caminar junto a Nuestra Madre hacia su Hijo: la Verdad, su relación especial con María, su valentía frente a la adversidad y su compromiso.
Bernardita jamás mintió. En algunas ocasiones, a Bernardita la tomaban por “tonta”, por creerse todo lo que le contaban. Ella, con sinceridad, respondía: “Es que, como yo jamás he dicho una mentira, me imaginé que los demás tampoco las decían nunca”.
Para destacar este aspecto, se leyó una leyenda sobre la verdad y la mentira, sobre cómo la mentira engaña a la Verdad y se viste con su propia ropa, dejando a una Verdad caminar desnuda, incapaz de ponerse la ropa de la mentira y ante la que todos se horrorizaban de verla.Así es cómo, desde entonces, la mayoría de personas prefieren ver la mentira disfrazada de verdad que la Verdad al desnudo.
Con esta reflexión, los grupos Kairós hicieron hincapié en el uso que le damos a la verdad y a la mentira, las llamadas “mentiras piadosas”, aquellas que maquillan la verdad; el valor de la prudencia y la dificultad de ser sincero en el día de hoy; terminando con la lectura del evangelio donde Jesús nos dice “Yo soy el camino, la verdad y la vida”.
Cuando María se le aparece a Santa Bernardita, la primera vez lo hace como figura anónima, una hermosa mujer, no identificada aún como la Madre Inmaculada del Señor.
Bernardita, como un gesto instintivo dictado por el miedo, echa mano al Rosario que siempre lleva para rezarlo mientras cuida de las ovejas. La respuesta de María ante ese gesto, es de una sonrisa y ternura que ella nunca olvidaría.
¿Cómo son nuestros encuentros con María? En este punto se destacó la relación que Bernardita tenía con la Virgen y la importancia de tenerla siempre, siempre como compañera en nuestro caminar, de confiar en Ella. De no tener miedo a pensar cuál es nuestra misión en este mundo y ponernos manos a la obra; de ser verdaderos testigos del Amor de María con nosotros.
En esa tarde, día de Nuestra Madre, la Virgen del Rosario, los grupos Kairós quisieron imitar a Bernardita en el rezo del rosario, con un solo misterio: la coronación de María como Reina y Señora de todo lo creado. Pidiendo Fe y Esperanza, para que nos ayude, nos proteja, nos acompañe y guíe a ser verdaderos misioneros del Amor de Cristo con nuestros hermanos más desfavorecidos, con nuestros hermanos más pobres, con nuestros hermanos que sufren a causa de una enfermedad, con nuestros hermanos que están alejados de la Fe.
La vida de la joven Santa Bernardita, después de las apariciones estuvo llena de enfermedades, penalidades y humillaciones pero fue adquiriendo un grado de santidad tan grande que se ganó enorme premio para el Cielo. Durante 8 años tuvo que hacer frente a interrogatorios de las actividades civiles y religiosas. Pero ella siempre responde con tranquilidad, con gran calma, nunca se apabulla… Santa Bernardita no se achanta ante la dificultad: “Mi responsabilidad es contárselo, no hacerles creer”, decía.
A veces nosotros nos quedamos paralizados ante un problema, ante un inconveniente, pero ella nos empuja a que seamos capaces de estar en el mundo sin pertenecer al mundo. La sociedad necesita que seamos testigos del Amor de Dios, testigos de la Alegría, de su Misericordia. Sigamos el ejemplo de Santa Bernardita. Ella se dejó llevar y moldear por la Virgen, se convirtió en instrumento de su amor hacia nosotros. Dios nos necesita, más de lo que nosotros podemos pensar. Seamos capaces de responder, con la misma valentía que esta santa.
En esta reflexión, se repartió una oración entre todos los participantes y, tras su lectura conjunta, en comunión a las reliquias de Santa Bernardita, se hizo eco de aquello que nos había tocado el corazón.
Oración:
Solo Dios puede crear, pero nosotros podemos revalorizar lo creado…
Sólo Dios puede dar la vida, pero nosotros podemos transmitirla y defenderla…
Sólo Dios puede dar la fe, pero nosotros podemos dar testimonio de ella…
Sólo Dios puede infundirnos esperanza, pero nosotros podemos devolverle confianza…
Sólo Dios puede dar el amor, pero nosotros podemos demostrárselo a nuestros hermanos…
Sólo Dios es plenamente alegre, pero nosotros podemos sonreír…
Sólo Dios puede otorgarnos la paz, pero nosotros podemos vivir unidos…
Sólo Dios puede dar fortaleza, pero nosotros podemos ser el apoyo y consuelo de muchos…
Sólo Dios es el camino, pero nosotros podemos ser su lámpara…
Sólo Dios puede hacer milagros, pero nosotros podemos llevar los cinco panes y dos peces…
Sólo Dios puede hacer lo imposible, pero nosotros podemos hacer todo lo posible…
Sólo Dios puede bastarse a sí mismo, pero ha preferido necesitarnos a nosotros…
– Compromiso
La Virgen le dijo a Bernardita que no llamara la atención, que actuara desde una segunda fila, que llevara una vida oculta, por eso la última etapa de su vida la vivió Comunidad de Hermanas de la Caridad de Nevers. Retirada del mundo y con la promesa de vivir en la pobreza, castidad, obediencia y caridad… Abrió su corazón para comprometerse al amor de Dios y de la Virgen. La Virgen le propuso un camino y ella, sin dudarlo, lo tomó, completamente confiada.
Hoy, Dios nos pide comprometernos también. En nuestro día a día o en cosas más grandes que nos ofrece. Un compromiso que comienza desde que nos bautizamos, pero que reafirmamos en nuestra confirmación. Al confirmarnos, decimos que estamos dispuestos a vivir realmente lo que creemos. No es fácil. Hay veces que el camino se hace cuesta arriba y que nos perdemos. Que sentimos que estamos solos en esta lucha, pero no. Ella está ahí, dispuesta a que volvamos a coger el sendero y lleguemos a lo que Dios nos tiene preparado. A veces no es fácil ser coherente en nuestra realidad, pero nos espera algo grande. “No te voy a hacer feliz en esta vida, pero sí en la otra”, le dijo la Virgen a Santa Bernardita. A pesar de su vida, repleta de dificultades, siguió caminando de la mano de la Virgen…
¿Y nosotros? ¿Somos capaces de comprometernos? “Quien es fiel en lo poco, es fiel en lo mucho”. No hace falta comprometerse con actos inalcanzables, basta con actuar en lo pequeño, en lo que no se ve a los ojos de los hombres, pero sí a los ojos de Dios. Aquello en lo que seamos capaces de robarle una sonrisa a Dios. Que seamos capaces de seguir adelante, de llevar a Jesús en nuestro día a día, en los pequeños gestos… Que todo lo que hagamos esté lleno de Él.“A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara ESA gota” (Madre Teresa de Calcuta)
Por ello, para finalizar el acto, se colocaron una serie de velas en torno a las reliquias de Santa Bernardita como un gesto de compromiso para iluminar al mundo con nuestros actos. Fueron muchos los participantes que se colocaron su luz ante la Santa, concluyendo con la bendición final y la alegría de sentirse un paso más cerca de María.
Realmente fue algo fuera de la rutina. Entre instituto, universidad, academias, clases de coches, trabajo… nuestros adolescentes fueron capaces de modificar su horario para ofrecerles su tiempo a mejorar su relación con la Virgen. Fue un acto lleno de generosidad y de entrega por parte de los Grupos Kairós. ¡Ellos son la adrenalina de nuestra Diócesis!
María Alejo Armijo
Secretariado de Infancia y Adolescencia
Galería fotográfica: “Kairós con las reliquias de Santa Bernardita”
(Fuente: www.diocesisdejaen.es)