Este domingo, el de la Divina Misericordia, cientos de personas pertenecientes al Arciprestazgo de Arjona tuvieron el gozo de participar en el Jubileo de la Misericordia.
Los participantes, llegados de localidades como Arjona, Arjonilla, Escañuela, Fuerte del Rey, Higuera de Calatrava, La Higuera, Lopera, Marmolejo, Porcuna, Santiago de Calatrava y Villardompardo se dieron cita en el Camarín de Jesús, donde se iniciaba el peregrinar hasta la Santa Iglesia Catedral de Jaén.
Dentro del Camarín, el Obispo de la Diócesis, D. Ramón del Hoyo, acompañado de los párrocos de los distintos pueblos, del Vicario General y de algunos canónigos, iniciaron, con una oración comunitaria este acto que llevaría a los participantes a alcanzar las indulgencias en este año Jubilar. La lectura del Evangelio de la Misericordia, con la Parábola del Buen Pastor y el rezo de unas preces dieron la salida a una peregrinación multitudinaria, presidida por el Sr. Obispo que se desarrolló desde el Camarín de Jesús hasta la Puerta Santa de la Catedral de Jaén. Durante el trayecto que une los dos enclaves se fueron entonando cantos al Señor. Los peregrinos del Arciprestazgo de Arjona, tras cruzar la Puerta Santa, pudieron participar en el Sacramento del Perdón, otro de los requisitos para ganar el Jubileo de la Misericordia.
A continuación se celebró la Santa Misa, en la que el Obispo de la Diócesis, recordó la figura de San Juan Pablo II y su devoción a la Divina Misericordia, no en vano, fue el Papa Wojtyla quien promulgó el segundo domingo de Pascua, como el de la Divina Misericordia en el año 2000. Don Ramón del Hoyo en su homilía explicó que esta imagen de la Misericordia de Dios “se nos presenta, una y otra vez, como el núcleo central del Evangelio, junto con el amor cristiano”.
El Sr. Obispo también quiso recordar que la fe cristiana se enraíza en la historia del Arciprestazgo de Arjona, con mártires como San Bonoso y San Maximiano, que dieron su vida por su fe a Cristo. Y en este sentido, afirmó, “hoy vienen a este primer templo diocesano porque continúan creyendo en el mismo Evangelio que aquellos primeros cristianos que pisaron las tierras de Arjona y esa comarca. Buscan, por ello, alcanzar en esta jornada, la indulgencia jubilar para verse enriquecidos en su fe por la Misericordia Divina, y así ser también más misericordiosos con los demás, acercándonos a las obras de la Misericordia”.
En lo referente al Evangelio del segundo de Pascua, el Obispo de la Diócesis, explicó en su homilía que “La fe en la Resurrección conlleva seguridad y una nueva forma de vida en el verdadero creyente”. Y continuó, “esa invitación de Cristo para que Tomás apóstol metiera su mano en las llagas de sus manos y sus pies y en la herida del costado, hoy es una invitación que nos llega también a nosotros, porque también nosotros podemos entrar en esas llagas del resucitado, tocarlo realmente y esto ocurre cada vez que recibimos los Sacramentos”.
La Eucaristía concluyó con la bendición que con la reliquia del Santo Rostro hizo el Sr. Obispo a los feligreses congregados en el primer templo de Jaén, a los que se hizo una invitación a venerar al Santo Rostro en la Sacristía, por la que posteriormente pasaron centenares de personas.
(Fuente: diocesisdejaen.es)
Galería de fotografías
Este domingo, el de la Divina Misericordia, cientos de personas pertenecientes al Arciprestazgo de Arjona tuvieron el gozo de participar en el Jubileo de la Misericordia.
Los participantes, llegados de localidades como Arjona, Arjonilla, Escañuela, Fuerte del Rey, Higuera de Calatrava, La Higuera, Lopera, Marmolejo, Porcuna, Santiago de Calatrava y Villardompardo se dieron cita en el Camarín de Jesús, donde se iniciaba el peregrinar hasta la Santa Iglesia Catedral de Jaén.
Dentro del Camarín, el Obispo de la Diócesis, D. Ramón del Hoyo, acompañado de los párrocos de los distintos pueblos, del Vicario General y de algunos canónigos, iniciaron, con una oración comunitaria este acto que llevaría a los participantes a alcanzar las indulgencias en este año Jubilar. La lectura del Evangelio de la Misericordia, con la Parábola del Buen Pastor y el rezo de unas preces dieron la salida a una peregrinación multitudinaria, presidida por el Sr. Obispo que se desarrolló desde el Camarín de Jesús hasta la Puerta Santa de la Catedral de Jaén. Durante el trayecto que une los dos enclaves se fueron entonando cantos al Señor. Los peregrinos del Arciprestazgo de Arjona, tras cruzar la Puerta Santa, pudieron participar en el Sacramento del Perdón, otro de los requisitos para ganar el Jubileo de la Misericordia.
A continuación se celebró la Santa Misa, en la que el Obispo de la Diócesis, recordó la figura de San Juan Pablo II y su devoción a la Divina Misericordia, no en vano, fue el Papa Wojtyla quien promulgó el segundo domingo de Pascua, como el de la Divina Misericordia en el año 2000. Don Ramón del Hoyo en su homilía explicó que esta imagen de la Misericordia de Dios “se nos presenta, una y otra vez, como el núcleo central del Evangelio, junto con el amor cristiano”.
El Sr. Obispo también quiso recordar que la fe cristiana se enraíza en la historia del Arciprestazgo de Arjona, con mártires como San Bonoso y San Maximiano, que dieron su vida por su fe a Cristo. Y en este sentido, afirmó, “hoy vienen a este primer templo diocesano porque continúan creyendo en el mismo Evangelio que aquellos primeros cristianos que pisaron las tierras de Arjona y esa comarca. Buscan, por ello, alcanzar en esta jornada, la indulgencia jubilar para verse enriquecidos en su fe por la Misericordia Divina, y así ser también más misericordiosos con los demás, acercándonos a las obras de la Misericordia”.
En lo referente al Evangelio del segundo de Pascua, el Obispo de la Diócesis, explicó en su homilía que “La fe en la Resurrección conlleva seguridad y una nueva forma de vida en el verdadero creyente”. Y continuó, “esa invitación de Cristo para que Tomás apóstol metiera su mano en las llagas de sus manos y sus pies y en la herida del costado, hoy es una invitación que nos llega también a nosotros, porque también nosotros podemos entrar en esas llagas del resucitado, tocarlo realmente y esto ocurre cada vez que recibimos los Sacramentos”.
La Eucaristía concluyó con la bendición que con la reliquia del Santo Rostro hizo el Sr. Obispo a los feligreses congregados en el primer templo de Jaén, a los que se hizo una invitación a venerar al Santo Rostro en la Sacristía, por la que posteriormente pasaron centenares de personas.
(Fuente: diocesisdejaen.es)
Galería de fotografías